Rarelon quiere enseñarte la diferencia entre el acero inoxidable 304 y 316. Estos son dos de los metales más fuertes, pero tienen algunas diferencias clave. Tener una idea completa sobre qué metal usar para tu proyecto puede garantizar realmente su éxito y durabilidad.
¿Entonces, de qué están hechos estos metales y cómo entra en tu proceso de decisión para elegir entre el acero inoxidable 304 o 316? El acero inoxidable 304 tiene un 18% de cromo y un 8% de níquel. En contraste, el acero inoxidable 316 está compuesto por un 16% de cromo, un 10% de níquel y también un 2% de molibdeno. El molibdeno en el acero inoxidable 316 es único porque actúa como un agente fortalecedor y potenciador de la resistencia a la corrosión. Esto significa que en situaciones donde el metal pueda estar expuesto a humedad o aire salino impulsado por el viento, el acero inoxidable 316 puede ser una mejor opción.
Muchos diseños utilizan acero inoxidable 304 porque es una opción increíblemente popular para una variedad de proyectos. Se sabe que es resistente, duradero y resistente a la oxidación. El acero inoxidable 304 es común en muchos artículos que manejas a diario. Por ejemplo, es muy necesario en electrodomésticos de cocina como el refrigerador y el horno, herramientas para el procesamiento de alimentos e incluso tanques que contienen químicos. Otras aplicaciones del acero inoxidable 304 incluyen secciones exteriores de edificios, como barandales y molduras decorativas. Es una opción maravillosa para muchos proyectos de construcción porque tanto luce bien como tiene longevidad.
el acero inoxidable 316 es una excelente elección para entornos húmedos, como el océano. Resistencia a la oxidación: Debido a que este metal resiste el agua salada y otras condiciones adversas, no se oxida fácilmente. Por eso, el acero inoxidable 316 se encuentra comúnmente en entornos marinos como barcos y muelles. También se utiliza ampliamente en equipos médicos, que deben ser extremadamente limpios y no peligrosos por naturaleza. Este es un metal fascinante, resistente y duradero con una vida útil larga, por lo que es una opción prometedora para trabajos donde se necesite la máxima seguridad y limpieza.
La respuesta es que tanto el acero inoxidable 304 como el 316 pueden evitar el óxido, pero el acero inoxidable 316 tiene una mayor resistencia a productos químicos agresivos y agua salada. Por lo tanto, el molibdeno también se define como un elemento esencial que ayuda al acero inoxidable 316 a resistir el óxido de manera más efectiva. Pero ten en cuenta que estos dos tipos de acero inoxidable también pueden oxidarse con el tiempo cuando el agua salada y el aire interactúan con ellos durante suficiente tiempo. Ambos metales presentarán corrosión por pitting (o desarrollarán un tipo de óxido conocido como corrosión por pitting) si no se cuidan adecuadamente. Afortunadamente, un mantenimiento y limpieza frecuentes pueden ayudar a evitar este problema. Al mantener estos metales y cuidarlos, puedes aumentar significativamente su vida útil.